Saber cómo lavar y cuidar tus vasos para evitar cal y roturas es de vital importancia. Para conseguir que esos vasos que nos han encantado y nos han regalado o hemos comprado con tanta ilusión nos acompañen en casa el mayor tiempo posible, hay que prestar atención a una serie de cosas muy sencillas y que te contamos en este post.
Es fundamental:
1.- En el lavavajillas.
El lavavajillas es todo un invento pero también una fuente de disgustos si no hacemos las cosas bien. Es importante el ahorro, y parece obvio intentar aprovechar bien cada lavado, pero no llenes demasiado el lavavajillas cuando laves los vasos y platos. Tratar de meter más vasos de la cuenta te puede salir muy caro. Colócalos en su sitio, sin forzar, y así evitarás roces y golpes y sobre todo encontrarte alguna pieza rota al abrirlo tras el lavado. Evitar meter más vasos de los que la máquina admite de forma natural te puede llevar también a que no salgan del todo limpios. Lo habías pensado?
Si quieres ahorrar en lugar de sobrecargar la máquina, opta mejor por temperaturas no excesivamente altas, con esto protegerás las piezas de cristal más delicado.
2.- Revisa la sal y el tipo de abrillantador.
El abrillantador juega un papel muy importante en el lavado de nuestros vasos. Evita la creación de depósitos de cal, en algunas zonas geográficas esto esencial, y neutraliza el jabón y su efecto sobre el vidrio. Al parecer el uso de bicarbonato es un buen remedio casero para contrarrestar los efectos de la cal, prueba a realizar de vez en cuando un lavado en vacío para limpiar la máquina. Hazlo con bicarbonato sódico, 2 ó 3 cucharadas, y 3 tazas de vinagre de limpieza.
3.- Ante la duda lavar a mano.
Hay vasos que precisan, por ser más delicados, ser lavados a mano. Estamos pensado en las copas o en aquellas piezas hechas con vidrio fino. Se entiende que este tipo de vasos no son los de uso diario, y por lo tanto no hay que escatimar en cuidados cuando el esfuerzo del lavado a mano es algo ocasional o solo sucede algunas veces a lo largo del año.
4.-Evitar choques térmicos de temperatura.
Una vez fuera del lavavajillas, si tus vasos aun están calientes evita servirte un café con hielo o cualquier otra bebida caliente.
Las roturas por choque térmico no son infrecuentes. Muchas veces ni siquiera sabemos que ha sucedido, por qué ese vaso de pronto se ha roto o agrietado.
Debes saber que cuando una parte del vidrio se enfría, o calienta, de manera desigual y rápida se generan “tensiones térmicas” que pueden provocar esa rotura inesperada.
Te interesa saber cómo lavar y cuidar tus vasos para evitar cal y roturas, pero también te interesa comprar vasos de vidrio de calidad, como los vasos que vas a encontrar en la tienda online de Bone and White.
