Los boles para helados son imprescindibles en verano. Si tenemos invitados a comer o cenar en casa lo más sencillo es recurrir a un postre rápido y fresco como frutas de temporada o helados caseros o preparados.
Las antiguas copas para helados nos resultan aburridas y ahora la tendencia del bol, que arrasa en ensaladas, sopas, desayunos coloridos o comida asiática y como no para servir un helado. Ve pensando cual se adapta mejor a tu estilo. Te dejamos estas ideas:
1.- Fruta-adicción. El modelo Melon de Bone and White es perfecto para los amantes de los helados de frutas como la mandarina, el limón, el platáno o cualquier mezcla divertida de cualquiera de ellas. Su diseño que imita al famoso melón de Cantaloup, de forma esférica y piel verde y rugosa es ideal para llevar a una mesa al aire libre. La cuchara pequeña, Cutipol Goal Gold, le aporta el punto elegante y sofisticado.
2.- Chocolate y fresas. El bol de la colección Natural Brown que puedes ver al incio del post, es perfecto para helados de chocolate o para los de frutos del bosque por su aire rústico y natural. Sus bordes elevados lo hacen muy cómodo y funcional. Un diseño con gran personalidad y una calidad excelente, hecho en Inglaterra.
3.- Para los más glotones. La colección Sandy cuenta con un bol de gran tamaño que puede resultar muy útil para combinar varias bolas de helado, o cuando se quiere incorporar de forma generosa barquillo, frutas, o galleta. También es el bol ideal para servir un postre coronado con una bola de helado, o el clásico biscuit o tarta helada. El set de 4 boles de la colección Blue Lights es otra opción similar por la capacidad y el diseño, esta vez en tonos azules.
4.- Para los peques. Está bien que los niños se vayan acostumbrando a comer en vajilla “de mayores”, vajillas de calidad, pero adaptadas a sus gustos, alegres y divertidas. Nos encantan los boles Monkeys, de Bone and White, en porcelana pintada a mano. Simpáticos monitos y hojas de vegetación de la selva para contener el clásico helado de yogur, o de vainilla.
5.- Todo terreno. El bol blanco es un acierto seguro ya sea en un diseño más clásico como Blue Edge, con su sutil borde azul que recuerda a las vajillas de antaño, o más actual como Teak, con su original forma orgánica y agradable textura formada por círculos que convergen.
Ambas son opciones que con su elegancia y belleza convertirán en un placer aun mayor ese momento de degustar un helado en casa, sea cual sea el sabor.
Boles para servir helados … que no te falten este verano!